BOSTON - A.O. Scott, jefe de críticos de cine del New York Times, dijo que el cine argentino está entre lo mejor del cine actual.
“En la Argentina han aparecido producciones extraordinarias, pequeñas y subjetivas, realizadas en su mayoría por directores jóvenes”, dijo ayer en la Universidad de Boston, en un diálogo con la escritora y periodista Renata Adler, que ocupó su mismo puesto por 14 meses en 1968, y de quien confesó ser un gran admirador.
“Criticar películas es como criticar barritas de chocolate: la gente ya sabe cual es la que más le gusta”, dijo Scott citando a Adler, para responder a la común objeción de quienes se niegan a leer la crítica antes de ver la película. Pero luego reconoció que él mismo espera cinco días para leer The New Yorker, desde que recibe la revista, hasta que entrega su propia nota.
Por su parte, Adler condenó los ataques a la audiencia como recurso del crítico. “Uno no puede decir ‘Si a usted le gustan las estatuas de cupidos haciendo pis, esta película le va a encantar’”, ejemplificó. “Simplemente no es justo humillar al lector que no piense como uno."
Scott, quien dijo que esta táctica hoy no es poco común, rescató la opción de escribir no sobre la película en sí, sino sobre la experiencia de ir al cine. “Algo que ha cambiado totalmente en los últimos años”.
Conocido como “el primer critico-padre del Times”, a menudo incorpora las visiones de sus hijos que lo acompañan a ver películas para la familia como las de la productora Pixair o las del director Hayao Miyazaki.
“Es una manera de recuperar la inocencia”. Para sus hijos, “un cliché puede ser algo totalmente nuevo,” y la imagen desmesurada de El Viaje de Chihiro algo a lo que ya se acostumbraron, explicó.
Scott, que desde el año 2000 es crítico en jefe del Times, dijo que encontraba lo más interesante del cine actual en determinadas regiones de mundo. En el cine asiático, “que me llega casi siempre unos años después”, en el cine mexicano, que a pesar de sus entrecruzamientos con Hollywood "aún encuentra una voz propia”, y en el nuevo cine argentino.
En particular, dijo, “me gusta mucho lo que esta haciendo Lucrecia Martel, La Niña Santa, y me encantó el trabajo de Norma Aleandro en Cama Adentro."
En su opinión, los estudios medianos, como Warner Independent, hoy, y Miramax, en los 90s, con presupuestos también medianos y no necesariamente actores de la primera línea, están presentando una buena alternativa. “Películas como Capote o Good Night and Good Luck no podrían haber existido sin esos estudios.”
Por esta tendencia y lo que llega desde la Argentina, Asia y Mexico, Scott dijo: "Soy muy optimista, creo que estamos viviendo un momento mejor".
Por Ana Rivas
Boston, 3-11-2005
Nov 4, 2005
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